martes, 18 de septiembre de 2012

La dulce sensación del adios...

Decir adios es duro, da igual hacia que sea la despedida, una persona, un lugar, un sentimiento, una posesion o una etapa de tu vida. Adios verano. Este verano ya os conté que fue especial, un regalito para el alma que cosio las heridas que habia, las inseguridades, y dando puntadas con hilos de amistad y buenos momentos reapareci como nueva en 'la city' (que dicen mis amigas) que es Zaragoza. Pero eso no significa que despedirlo sea facil, aunque si es dulce la sensación. Empezar de nuevo.Todos nos emocionamos con los comienzos. Nos tomamos todo más animados, mas envalentonados, con ansia, con emocion.

 Es como cuando un niño a un niño le regalan unas piezas lego y decide construir  un castillo de legos. Grande, alto, donde quizá pueda caber para jugar.Pero no sabe y se lanza a poner piezas, una sobre otra, sin mirar, sin prestar atención a lo que va apareciendo. Y por inexperto pone mal las piezas. Al final, eso se balancea, se desestabiliza y cae sin ganar gran altura, pero dejando al niño triste y desanimado; pues se ha esforzado mucho para ver como se desmoronaba. Y el niño deja alli las piezas, esparcidas y el se va triste, abatido desanimado a la cocina. Primero toma un vaso de agua, que le hace recuperar las lagrimas que habia soltado por esos ojos inocentes. Después abre la nevera y mete el dedito en el tarro de la nocilla; ese tarro de las meriendas. Y es dulce, como un reconstituyente para su animo lastimado. Y tras un par de deditos más esta animado, para tomar de nuevo impulso y construir su castillo alto y grande, con su torre. Mas alto, mas estable, mas fuerte y mas seguro de que lograra llegar donde antes no lo hizo.


Pues eso es este comienzo y ahora mismo soy el 'niño' empachado de nocilla. Feliz, espectante a ver cual va a ser el resultado, pero seguro de que conseguira llegar alto y lejos con su castillo de piezas de lego. Y sobre todo sabiendo que aunque vuelva a caer el castillo, el sabra como retomar el trabajo para levantarlo de nuevo, desde los cimientos hasta la mas altas de las torres, donde soñara, un dia, poder asomarse y disfrutar de las vistas que, desde la altura, puede contemplar, del camino del exito personal y del triunfo de levantarse cuando mas hundido estaba. Valiente y fuerte.


Consejos para el alma que podeis
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