sábado, 20 de octubre de 2012

Cuando se cierra una puerta,siempre se abre una ventana

Paso la tormenta y llegó la tempestad. Claramente no me refiero al clima, ni a las lluvias, que están en pleno apogeo en Zaragoza (SIIIIII, a veces aquí también llueve), si no a los Pilares. Llegarón, pasaron como un vendaval y una semana despues de terminar aun dejan restos en nuestros lastimados cuerpos. Ahora es cuándo la ciudad retoma la vida rutinaria después del verano, y es que aquí parece que no, pero todos lo alargamos 'hasta después de Pilares' (aunque haya gente que todavía hoy tengan celebraciones para terminar bien los pilares, como alguna peña que yo me se.)


Pilarica 2012-"Ofrenda de Flores"

Pero es que todo se activa, literalmente.La ciudad vuelve a tener el bullicio habitual de coches, autobuses escolares, niños, mochilas y adolescentes con carpetas, tranvias que retoman sus caminos, calles que dejan de ser peatonales y peñas que se silencian hasta la proxima. Y algunos recibimos llamadas inesperadas. De estas que cuando cuelgas sabes que el mundo se ha puesto boca abajo. Si en verano era yo la que pedia poner el mundo patas arriba...mmmmm ahora ya lo habia girado todo lo que yo pensaba por el momento. Pero asi es la vida, caprichosa y girando, siempre, sin parar. ¿Por qué? eso nadie lo sabe y el que lo sepa es que le ha perdido el jugo a la vida, los misterios, los secretos, la ilusion y los sueños.

Asi que entre cabilación y cabilación, en una meditación profunda, octubre avanza, inevitablemente, al mismo abismos al que acaba cada 365 dias, noviembre, con sus tradiciones españolas y las importadas, con sonrisas y lagrimas, con sueños y decepciones, pero avanzando, inevitablemente a lo que llamamos futuro...


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