Si quieres viajar hacia las estrellas, no busques compañía.

Bueno, yo no viajé a las estrellas...¿o quizá si? La cosa es que en mi mano el viernes 22 de junio había un billete de autobús lujoso que decía 'Salida:Zaragoza Hora 19:05; Destino: Madrid Hora:22:50' . Cuándo llegue me estaba esperando, cual anfitriona, el ente perdido, y es que durante una semana disfrutamos de nuestra mutua compañía que tanta falta, por lo menos a mi, me hacía.

Disfrutamos de turismo juntas, de despedidas, de encuentros que querían ser fortuitos pero estaban premeditados, de encuentros casuales en bocas de metro de mimos, de risas...de todos esos momentos que nos hacen falta en la vida.

Y es que durante ese viaje visité muchos lugares, me perdí (queriendo) por Chueca en plenas fiestas del orgullo gay con guerra de almohadas incluida; me enamoró Malasaña con sus escapartes y sus tienditas maravillosas, probé unos maravillosos cupcakes, soñe y volé con los astronautas (puede incluso que visitase las estrellas). Estuve en el mercado de San Miguel...maravilloso y con tanto que probar que te quedas con ganas de repetir. Pero sobre todo me deje sorprender, me deje llevar y disfrute como una niña pequeña...hacía tanto que no sonreía tanto...

Y por supuesto alli también disfrute de la Eurocopa 2012...